5 sept 2012

Septiembre


Hace ya unos días que ha comenzado este mes, que es siempre el mes del "año nuevo" para aquellos que nos dedicamos a la docencia. Coincidiendo con este hecho, retomo los halos que he dejado reposar en el tiempo estival. Han pasado los meses de veraneo llenos de arena, sol, playa, paseos, calma, familia, lecturas (muchas) y luz. Pero un viento fresco dice que ya estamos casi entrando en un futuro otoño y parece que se me inunda el alma de una nostalgia de futuro divisada en la chaqueta por la noche, en el frío de la cara por la mañana temprano, en el calor de una manta sobre el sofá de casa, en la luz tenue del final de la tarde, el trajín cotidiano de la ciudad sin descanso... No es que me guste especialmente que ya forme parte del pasado el verano reciente, de hecho, me pone un poco triste esta nueva estación próxima, pero este "año nuevo" me traerá sucesos que anhelo:

En apenas unos días vendrá al mundo Irene, la hija de unos muy buenos amigos que se está pensando aún cuándo aparecer por estos aires. Es un acontecimiento para mí: una alegría sumada a la existencia de su hermanita Aitana, quien ya cuenta en su haber con casi dos años y medio y con quien me gusta compartir el azucarillo del café o los bolígrafos con los que dibuja soles y lunas. Uno de sus besos es el mejor regalo cualquiera de los días del calendario.

Con la entrada del mes vuelven los amigos cargados de viajes e historias. Parece que la ciudad vuelve a entrar en su círculo de tráfico y gente, de bullicio alegre, y entre todo este espectáculo volvemos a salir, a pasear, a encontrarnos, a compartir cenas como la que me aguarda esta noche, a relatar las aventuras de estos meses y a divagar sobre las incertudumbres tan ciertas que nos aguardan en este país tan necesitado de un Valle Inclán que nos diga y nos nombre.

Además, este año nuevo, espero dos acontecimientos: del primero hablaré más adelante porque la prudencia me hace silenciarlo; del segundo he de decir que es ya un hecho casi consumado... Empecé a trabajar en el tema del viaje hace más de ocho años. En mi periplo de investigación viajera he abandonado la redacción de este trabajo en reiteradas ocasiones movida siempre por una desilusión provocada por la falta de rigor y de honestidad desde determinados círculos académicos. Es solo ahora cuando he vislumbrado la meta de un esfuerzo profesional tan prolongado en el tiempo y al que tantas horas he dedicado. Durante los próximos meses recorreré el último sprint, y espero que todo culmine con éxito.

De manera que este nuevo año es especial. Ojalá todo salga bien y espero que haya muchos post para irlo celebrando, que la inspiración acuda a mis dedos y las teclas se presten a la voz de quien escribe halos, aire, nada.

Buen septiembre a todos con esta canción que forma parte de la banda sonora de una película cuyo mensaje es que "todo es posible": BSO Intouchables, "September".




2 comentarios:

Jesús Llamas dijo...

Decir septiembre es decir nuevas aventuras, nuevas ilusiones, expectativas y muchas posibilidades. Que septiembre sea la entrada a un curso lleno de buenas sorpresas y cosas sencillas agradables. Que sean exitosos todos tus proyectos.

Isabel Martínez Llorente dijo...

Gracias Jesús. Ya ves que me salió un post primo hermano del tuyo, pero es que en realidad creo que tenemos una sensibilidad especial que nos hace mirar con ojos cercanos.

Éxito también para ti en tus proyectos y que los celebremos juntos (¿con Chimay?)