EL VERANO
Un día se te ocurre
que tal vez colecciones
esas bolas de nieve
donde fingen inviernos
en paisajes remotos:
te parecen románticas.
Más de un lustro ha pasado.
La colección que entonces
era sólo un proyecto,
hoy llega hasta países
donde nunca estuviste.
Sospechas que hay lugares
que son inalcanzables:
huérfanos de las cartas
se duermen los buzones,
olvidados de suerte
se ríen en tu cara
los duendes irlandeses,
fantasmales castillos
donde no hubo princesas
desafían al tiempo…
Basta con agitarlas
y vuelve a ser invierno,
y te vuelves a helar
en todos los fracasos
que tienen nombre propio:
Mostar, Londres, Dublín,
Sarajevo, Georgia,
Bolonia, Barcelona…
Sin embargo decides
que el presente te nombra,
ya no aceptas regalos
que te ahoguen de frío.
En tu mundo de hoy
instalas el verano.
1 comentario:
Guay!!! Me gusta el poema... y la foto
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