De esta forma tan de mi lugar, tan deliciosa...
De esta forma, mis mejores deseos...
Todo son signos, presagio o destino.
EL VIAJERO
Se viaja siempre contra tu país,
de ti mismo a un lugar donde ser otro
que ya no te recuerde,
ni quiera regresar.
Pero dónde hay un mundo más allá del pasado,
para escapar de ti.
El que se marcha aprende a olvidar los caminos.
Quien se queda, renuncia a la aventura de irse
y al sueño de volver.
Pero de qué le sirve la distancia
al hombre que no olvida,
el que está condenado a que su rostro
se pueda reflejar a la vez en dos ríos.
Con la tristeza del que se detiene
para dejar pasar de largo sus deseos;
con la esperanza intacta
del que aún
no sabe dónde va ni a quién espera,
me despedí de ti,
bajé a la calle,
puse el pie en una tierra en la que no existías,
donde mi sombra no era el eje de lo oscuro,
donde tus ojos no eran los dueños de la luz.
Nunca he ido más lejos que al dejarte marchar.
Benjamín Prado
Los viajes más intensos se hacen sin movimiento; a veces, sin querer ni siquiera moverse.
“Nadie se desembaraza de un hábito o de un vicio tirándolo de una vez por la ventana; hay que sacarlo por la escalera, peldaño a peldaño”.
Mark Twain
Voluntad: será éste el concepto que, probablemente, se ubique en el centro de la motivación y del éxito. Y si la meta es alta, mayor dosis tendremos que poner.
Si, como dicen, el amor mueve el mundo (y lo comparto), entonces la voluntad lo sostiene para que no se desplome al abismo de la derrota perpetua e insalvable.
A veces creo que canturrear una y otra vez ese cansino mea culpa no es más que una manera de autoflagelación hueca, porque de forma casi consciente intuimos que el fracaso sólo se debe a un ahorro de esfuerzo, o de fuerza (que siempre tenemos si realmente queremos sacarla).
Soy débil, por eso sigo fumando…y seguiré. Por eso no termino de redactar mi tesis de viajes interminable... Lo asumo y lo afronto. Con voluntad. Como otras tantas cosas que tal vez sean más hondas que los pulmones.
***
Se me ha desviado la pluma hacia un tono demasiado serio y no era mi intención, así que voy a terminar este post con unos cuantos epitafios extraídos de la joya de libro que adquirí la semana pasada y casi por casualidad (de esas veces que es él quien te elige a ti, o te espera en aquel rincón de la estantería de la pequeña cafetería donde se encontraba para que llegues tú, lo halles, lo compres, lo metas en la maleta y al llegar a casa aparezca como un manojo de sorpresas), un libro que me está deparando momentos muy divertidos: Guía de tumbas y cementerios de casi todo el mundo. Si es que… hay guías para todo.
- Epitafios:
“Señor, recíbela con la misma alegría con la que yo te la mando”
“Ya estás en el paraíso. Y yo también”.
“Aquí yace mi mujer, fría como siempre”.
“Aquí yace mi marido, al fin rígido”.
“Aquí te espero”.
¡Para morirse de risa! Nunca mejor dicho.
CIGARRILLO A MEDIAS
Lo he fumado contigo
lanzándote peniques
en cada muerte a plazos
para que se cayesen
justo aquí a mi lado
todos los pensamientos
que en la honda calada
me hacías en regalo.
Lo he fumado contigo
aspirándote a besos
como sólo yo sé
que te puedo beber.
Un penique te doy.
Dame tu pensamiento.
Dime si es de hoy,
dime si ahora somos,
qué será de mañana,
qué si mi sangre triste
ya no me resucita.
Lo he fumado contigo.