4 mar 2014

Modo pausa

Desde hace unas semanas vivo en una especie de limbo en el que floto dentro de una burbuja hacia no sé dónde. Resulta que lo que más me apetece es dormir, estar en paz, escuchar música con los cinco sentidos, leer al azar alguna página suelta o el suplemento del dominical del periódico, pensar en todo lo que debería estar pensando y decidiendo y... seguir tumbada en el sofá tomando algún dátil de vez en cuando o, si se tercia, un sandwich de Nocilla. Y así pasan las tardes. Y siento, recónditamente, una bendita placidez... Tengo la intuición de que este letargo engendrará alguna criatura maravillosa.


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