17 oct 2009

¿Para qué sirven los amaneceres?




Ésa fue la respuesta a la pregunta "¿Para qué sirve la poesía?”
Muchos podrían haberla enunciado, poetas de otras épocas, poetas de nuestro tiempo, pero fue a Borges a quien se le ocurrió “semejante semejanza”.
Una vez tuve una disputa literaria que consistía en elegir entre Borges o G. Márquez. En otros tiempos, aquellos tiempos en los que se podía hablar de literatura, yo era aún universitaria y el alcance de un verso no se cuestionaba: las cervezas en el quiosco de la esquina daban para muchas teorías de compromiso y comprometidas. Hoy, cuando observo y escucho un sector de la juventud que me va mostrando este cambio de banderas y valores, me pregunto: ¿para qué sirve la poesía? Y sin embargo, mi respuesta es siempre la de Borges: no se puede vivir sin la aurora que nos da la luz cada día.
Habrá cambiado la vida, habrán cambiado nuestros jóvenes, habré cambiado yo misma, pero sigo sin cuestionar la magia de un amanecer y la hondura de un poema certero. Y continúo pensando que en buena compañía uno puede hablar de Literatura -la mayúscula no es una errata-.
A la sombra de un gin-tonic por encima de las nubes o por debajo de éstas sobre la arena del mar. “Nosotros”, los soñadores, los que no nos hemos rendido, aún tenemos el coraje de lanzar versos al viento y susurrarlos en secreto. Y desde esta convicción algo transmitiremos a los jóvenes que pueblan las aulas de los centros donde vienen a ser educados, o conmovidos. Por ellos, pero sobre todo, para cada uno: amanecer cada día mecida en el verso del abrazo verdadero, con la humildad de saberse frágil y la valentía de tener la esperanza siempre a punto. Como dice Jaime Sabines “la poesía sirve para sacar la flor de las cenizas”. Ésa es y será la décima de mis décimas.

4 comentarios:

f dijo...

No existe vida
que, aun por un instante,
no sea inmortal.

(Me apetecía copiar aquí este fragmento de un poema de Wislawa Szymborska)

Francisco Guillén Armero dijo...

La de veces que fui conmovido y lo bien educado que sali yo de tus clases.... =) GRACIAS! =)

Didac Udagoien dijo...

es una de esas preguntas irresolubles... creo que no se puede hacer comprender a quien se la plantea, no hay posible respuesta...

Isabel Martínez Llorente dijo...

La única respuesta posible a esa pregunta irresoluble es que no hay respuesta. Hay acontecimientos y emociones que existen porque sí. Y los amaneceres, la luna llena,los rincones amables de ciudades desconocidas, el fulgor de una mirada o de una sonrisa... y cientos de cosas más, son espectáculos de la naturaleza que no tienen respuesta porque la pregunta no existe. Hablamos de sentimiento en estado puro, de emoción.
Gracias por pasar por aquí, Didac Udagoien.