Hoy, mientras las protagonistas de la película de Medem compartían el mismo cepillo de dientes –éste no es violeta ni rojo, sino blanco- una le ha dicho a la otra:
“No se puede tensar el arco si no hay una diana a la que apuntar”. La cita es de Leon Battista Alberti un hombre renacentista que también cultivó la poesía. No sé si Eugene Herrigel había leído ese pensamiento cuando escribió Zen en el arte del tiro con arco, obra que llegó a mis manos hace más de cuatro años y que desde una perspectiva desconcertante muestra como un profesor alemán residente durante años en Japón descubre que con un arco y una flecha se puede provocar la apertura del sentimiento creador o de la iluminación emocional.
Creo que la cita de Alberti podría ser un excelente cierre para una obra tan especial. Y creo también que sí, que para “ser” hay que saber exactamente hacia donde quieres dirigirte.
Hace poco alguien me dijo que al mismo tiempo que uno se define, su mundo se define con él. Supongo que todo en la vida se remite a la elección: si visualizo una diana, he de apuntar en esa dirección. Así saldrán los disparos de mis nuevas imágenes. Así los nuevos versos que se guardan en la punta de mis dedos. Así las pinceladas. Así fue la magia. Así es el milagro.
Y ahora ¿estás preparado para ser quien eres?
“No se puede tensar el arco si no hay una diana a la que apuntar”. La cita es de Leon Battista Alberti un hombre renacentista que también cultivó la poesía. No sé si Eugene Herrigel había leído ese pensamiento cuando escribió Zen en el arte del tiro con arco, obra que llegó a mis manos hace más de cuatro años y que desde una perspectiva desconcertante muestra como un profesor alemán residente durante años en Japón descubre que con un arco y una flecha se puede provocar la apertura del sentimiento creador o de la iluminación emocional.
Creo que la cita de Alberti podría ser un excelente cierre para una obra tan especial. Y creo también que sí, que para “ser” hay que saber exactamente hacia donde quieres dirigirte.
Hace poco alguien me dijo que al mismo tiempo que uno se define, su mundo se define con él. Supongo que todo en la vida se remite a la elección: si visualizo una diana, he de apuntar en esa dirección. Así saldrán los disparos de mis nuevas imágenes. Así los nuevos versos que se guardan en la punta de mis dedos. Así las pinceladas. Así fue la magia. Así es el milagro.
Y ahora ¿estás preparado para ser quien eres?
5 comentarios:
no
Muy agudo, don Sito.
Significa que todo artista debe saber en cada momento qué estar presentando.
Preciosa frase!
¡Gracias, Álex! Sí: todo artista debería saber qué muestra. Bienvenido a mi blog!
Gracias por la diana
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