4 mar 2012

La dureza de los días



Mañana tendré que volver al aula, entrar y mirar hacia arriba en vez de dirigir mi vista al pupitre vacío, respirar hondo para no mirar hacia adentro. Volveré a sentarme en la mesa y tras abrir el cuaderno pasaré lista como dice la costumbre. Cuando llegue al apellido que da paso a su nombre, habré de pasar la página. Solo temo ese momento de mañana, y también el de comenzar con un "buenos días" porque para los 29 alumnos de esa clase y para mí no será un buen día porque ya se nos ha ido. Era un niño tan inteligente y con tanto sentido del humor que ha hecho su viaje mucho más rápido que todos nosotros, a pesar de que rebosaba ganas de vivir.

No es un post que tenga algo que pueda interesar a los lectores, no es el post que hubiera querido jamás publicar. Sin embargo estoy muy triste. Y estos halos son mi espacio. Y necesito dedicarle mis palabras, mi sonrisa, mi mejor sonrisa (como él me dedicó muchas veces la suya), mi abrazo fuerte y sincero (como el que él me regaló la última vez que fui a visitarlo hace apenas dos semanas). Tenía catorce años y un corazón lleno de bondad. Mañana, como ayer, como estos últimos cuatro días, quienes lo echamos de menos tendremos que convivir con la dureza de las horas y el sinsentido del destino.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

...un abrazo largo, profundo y respirado, Isabel.

cuando empieces la clase de mañana, tal vez te ayude a ti, y a todos los demás alumnos, si recordarais cada uno, incluso en voz alta, lo que más os gustaba del compañero que se ha ido... y reflexionar después entre todos sobre lo importante que es darse cuenta en esta vida de que cada momento del día hay que vivirlo con intensidad, y mostrando a las personas queridas lo que las queremos y las necesitamos...diciéndoselo de vez en cuando, con sinceridad y calor.

..pero esto es muy fácil decirlo, aquí, por escrito, aún entendiendo en lo más profundo tu tristeza por la pérdida de una persona querida y en la flor de la vida...

...un abrazo más, igual de largo, de profundo y de respirado. compartiendo tu tristeza. (ff)

Anónimo dijo...

Otro abrazo para ti y para toda la clase. Mucho de lo que él fue, ha de quedar en vosotros, en vuestro recuerdo.

Isabel Martínez Llorente dijo...

Gracias, amigos.