23 dic 2013

Cada género en su momento

Anoche, al dar las tres de la madrugada, me levanté: el insomnio es algo que sucede de cuando en cuando. Si das diez vueltas sobre ti mismo y los pensamientos van más allá que el cansancio, sabes que te espera un tiempo a solas con la noche para recostarte a lo largo de la infancia perdida, de los paisajes habitados, de los anhelos inciertos, y vas masticando silencios y pasos perdidos.
En esas estaba anoche, a las tres de la madrugada, cuando intenté ocupar los minutos y minutos y minutos, buscando el abrazo de un libro. Me costó decidirme. 
Entonces me di cuenta de que cada género tiene su momento.
El teatro es para los momentos sublimes porque no se lee teatro: se actúa. Para mí teatro es sinónimo de estar sobre el escenario, en la piel de otra, con el calor del público, con la tensión en cada arteria, con el aliento sostenido en todas las vidas que nunca viví. Porque yo siempre quise ser actriz de teatro... es, como se dice en italiano, mi sogno nel cassetto.

Amor y muerte en Berlín , CAES (Torrepacheco), 2008

La novela es un deleite pausado, porque las historias largas son para cuando uno tiene un largo espacio de tiempo a la vista, y así me vi de nuevo en el verano y  en las largas tardes pasadas con la pluma de Galdós, con el sol en la piel en la casa de la huerta de mis padres; o en la isla aislada del mundo cincelando la arcilla de La caverna de Saramago. 


Así que anoche llegué a la conclusión de que tenía que refugiarme en la poesía. Eché la vista atrás y me di cuenta de que siempre que tengo insomnio acabo leyendo poesía porque solo desde la fuerza del verso puedes sentir la catarsis de la angustia, de la rabia, de la duda, del destino, del qué fui y qué seré, de la melancolía... y de todos esos sentimientos que a una le quitan el sueño. La poesía es una punzada, es un puño cerrado en las entrañas, es algo más fuerte que tus propios pensamientos. Tengo compañeras inseparables: Alejandra Pizarnik, Wislawa Szymborska, Idea Vilariño, Chantal Maillard... y también ellos me llevan de suspiro en suspiro: Constantino Kavafis, Pedro Salinas, García Lorca, Gil de Biedma, Leopardi, Pessoa, Pavese, Montale... 

 La mirada de la que fui

Cada momento, sus palabras. He aquí una breve selección:

Otro, ser otro siempre,
viajar, perder países,
vivir un ver constante,
alma ya sin raíces.

Ir al frente de mí,
ansia de conseguir,
ya sin pertenecerme, 
la ausencia de seguir.

¡Viajar así, qué viaje!
Sólo en sus pensamientos
mi pensamiento viaja:
el resto es tierra y cielo. 

Fernando Pessoa

* * *

Una lucecita, candela movida por el viento, 
que nos guíe y devuelva el esplendor.

Ezra Pound
* * *

                                                       ahora
en esta hora inocente
                                                      yo y la que fui nos sentamos
                                                      en el umbral de mi mirada

Alejandra Pizarnik

* * *

Hoy es 23 de diciembre (casi 24), así que aprovecho el post para felicitar a mis cuatro asiduos lectores unas felices fiestas, y también a quienes lleguen por casualidad al halo azul. 
Feliz Navidad y próspero 2014... 
¡lleno de palabras!




4 comentarios:

Anónimo dijo...

El primer lector te desea lo mismo y te agradece que nos sigas contagiando tus sentimientos y tus inquietudes, tus recuerdos y tus olvidos, en esta ventana de luz.

Anónimo dijo...

Che il tuo 2014 sia bellissimo, Isabel cara! Un forte abbraccio.

Milvia

Anónimo dijo...

Feliz, feliz 2014 y un millón de gracias por regalarnos tus palabras, tus pensamientos y tus imágenes.

Isabel Martínez Llorente dijo...

¡Gracias a todos y feliz, muy feliz año!