9 ene 2010

El abismo no nos escinde



La locura gramatical es ese género de locura que impregna un sentimiento cuando está lleno de Verdad. O la que roza a aquel que no se salva. En este poema se aprecia la adecuación perfecta del qué y el cómo.


ACASO


Podía ocurrir.
Tenía que ocurrir.
Ocurrió antes. Después.
Más cerca. Más lejos.
Ocurrió; no a ti.

Te salvaste porque fuiste el primero.
Te salvaste porque fuiste el último.
Porque estabas solo. Porque la gente.
Porque a la izquierda. Porque a la derecha.
Porque llovía. Porque había sombra.
Porque hacía sol.

Por fortuna había allí un bosque.
Por fortuna no había árboles.
Por fortuna una vía, un gancho, una viga, un freno,
un marco, una curva, un milímetro, un segundo.
Por fortuna una cuchilla nadaba en el agua.

Debido a, ya que, y en cambio, a pesar de.
Qué hubiera ocurrido si la mano, el pie,
a un paso, por un pelo,
por casualidad,
¡Ah, estás? ¿Directamente de un momento todavía entreabierto?
¿La red tenía un solo punto, y tú a través de ese punto?
No dejo de asombrarme, de quedarme sin habla.
Escucha
cuán rápido me late tu corazón.


*Wislawa Szymborska, Paisaje con grano de arena. Barcelona, Ed. Lumen, pg.69.



Y la música hoy viene de la mano de un Ojalá...


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Un poema de marco. A la altura de quien lo ha elegido. Se agradece.

Anónimo dijo...

Muy bien Isabel, observo que el color azul emana ávido de lapislazuli, sorteando con paso firme y seguro hacia tierras mejores, tierras lejos del color gris, tierras no yermas, tierras no infructíferas, tierras...

galva